La pasión de escribir... no es de un día como Hoy.
El cielo es de un color gris, como que quiso ser celeste, pero no lo logró.
Y me da una verdadera frustración mirar el cielo, de saber la catástrofe de allá arriba.
Pero solo tengo que aceptarlo, ¿Qué más podría hacer yo?
Y muchas muchas dudas alborotan mi cabeza de adolescente, pero no quiero escuchar, aunque de nada me sirva taparme los oídos.
Y hasta en sueños las preguntas me atormentan, pero más me atormentan las respuestas tan obvias que no quiero ver, y denada sirve taparme los ojos, pues sé de su existencia.
Y es cuando no quisiera tener el conocimiento de su existencia, aunque sea esto lo que me diferencia de las demás personas.
u.u
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por cada comentario, Dios mata un flaite