martes, 25 de agosto de 2009

Luz...

¿Sabes? Estar contigo es como abrazar la luz.
El día es frío, y parece que el viento no sólo mueve mis cabellos, también enfría mi corazón.
Pero luego apareces tú, con tu eterna sonrisa y con alguna broma en la punta de la lengua.
Estar cerca de ti es abrazar la luz.
Mi corazón se derrite lentamente... Y se ablanda, se vuelve tan frágil...
Ahora es más incómodo estar a tu lado.
Me daba tanto miedo contarte lo que últimamente había pasado.
Al final, decidí que esconder la verdad te haría más feliz.
Mentira, yo no lo decidí, fuiste tú.
"A veces, uno les miente a los amigos para hacerlos feliz, eso es ser amigos, no? Sé que uno dice lo de la sinceridad y todo eso, pero en realidad a mí me cae peor la gente que me saca en cara mis defectos... Para eso, prefiero que me mientan"
Afortunadamente, lo que quería contarte no era para nada una crítica. Ni de ti, ni de mí.
Era una verdad más apabullante, más sofocante.
Déjenme, en realidad no sé si es la palabra ideal. Pero parece que suena bien.
Mis lágrimas son violetas y azules... Me arden los ojos, mi cuerpo está tan cansado...
Mi lengua duele, está herida.
Pero más duele el orgullo...
Por otro lado, oh, Dios, tanto se me nota?
"Brillas, estás enamorada de nuevo? Brillas, qué te ha pasado?"
Si supieran, si supieran...
Cuando estoy contigo, es como abrazar la luz.
Es como si de pronto toda mi oscuridad se desvaneciera.
Ahora estoy en mi rincón, pareciera que es el lugar más oscuro de la casa.
Y en el fondo, quiero que la Nueva Oscuridad, penetre en lo más fondo de mi ser...
La Oscuridad besa bien, también.